Lotty, una milla de cruces en el pavimento

Sin duda, esta reconocida y conmovedora obra, nos encamina hacia un estado crucial de las cosas, por un suelo empedrado y pantanoso, como dificultad por sortear el hallazgo de un futuro o simplemente la celebración de un encuentro.

“Una milla de cruces sobre el pavimento” de la trascendental artista Lotty Rosenfeld, nos invita a repensar la simplificación de la imagen y la problematización del hacer a través del gesto y el concepto. Profundizando en lenguajes y significados diversos que no solamente cumplan con darle orientación e importancia a la comunicación no directa. Si no que además, sensibilizando mediante una operación situada que da espacio a una iniciativa o movimiento político.

Se trata de un tejemaneje compuesto por semejanzas o similitudes, que buscan entregar efectos de sensibilidad y provocación, quizás, queriendo sostener en aquello la impronta por remover los sedimentos con que endurecieron los alientos. Planteando a la acción pública como una viabilidad, ejerciendo, al igual que las hebras que se cruzan en el tapiz, una trama que intenta confeccionar una -lamentable- imagen de la realidad.

Aludiendo a un encadenamiento permanente de intersecciones agobiantes que deparan no más que desafíos por saltar los límites del tránsito. Es decir, enfrentar o capotear las condiciones que establece esa ruta autocrática y tirana, dispuesta a alinear y reducir, quebrantar y desaparecer.

Estos son los confines que atravesaron y permanecen en Chile a causa de la dictadura cívico militar durante los años 70´y 80´. En donde se desarrollan intensas y particulares experiencias artísticas vinculadas a intervenciones reveladoras para una escena con carácter tradicional. En este caso, la artista de la obra, impulsada seguramente por provocar y a la vez estimular el pensamiento y la conciencia, al igual que el tapiz, que funciona como una mediación de la obra de Lotty, dándonos cuenta de la potencia de los medios de acción como fuente de conocimientos para el abrigo de una reflexión abierta y colectiva.

A partir de lo anterior, es que la participación de otros instrumentos, materiales y procedimientos, se acercan a la obra en cuestión como un textil en diálogo. Haciendo de su manufactura un lugar de cuidado y memorias simplemente por el hecho de forjarlo e innovar en auténticos diseños que describen y señalan para no olvidar.